lunes, 19 de noviembre de 2012

Entré con mi ayudante en su dormitorio y allí estaba. Sus ojos, de un azul tan profundo como el del mar que tantas imágenes me sugiere. Berta estaba con los nervios a flor de piel, eso me pareció normal ya que en un rato daría un "si quiero"  a Suso, en uno de los momentos más importantes de su vida.  Se percibía una total decisión a dar ese paso, como cuando algo se decide con todos los grandes sueños cumplidos y eso daba un brillo especial a su mirada.

  Este pensamiento vino a mi cabeza cuando vinieron Berta y Suso a decirme que estaban esperando a que llegase Candela, tenía el mismo brillo en sus ojos, seguro que otro sueño se cumplía. Y hoy procesando el seguimiento que durante un año estuve haciendo de Candela pude recordar por tercera vez aquel dormitorio, aquellos ojos, aquellos sueños.

 Me he atrevido a llevar el acabado de estas imágenes al limite de los blancos y los negros, espero que no os moleste en exceso, supongo que los sueños cumplidos tienen este aspecto.





Muchas gracias Berta y Suso, gracias.
















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